La gente camina embelesada,
mirando productos en las mesas;
hay tanta información en las cabezas,
que muchos terminan no comprando nada.
más,el simple hecho de pasear por el mercado,
relaja al comprador y al visitante;
algunos deciden por pescado,
¡otros prefieren un calmante!.
Se ve el chapotear de las sandalias,
el colgar de las bolsas en la mano;
algunos van y compran dalias,
otros un árbol de manzano.
Los manteados se extienden ampliamente,
para dar protección del sol o lluvia,
algunos atraen así a la gente:
"¡Compre mis productos linda rubia!".
Es una fiesta ir a los mercados,
con gente humilde y llena de alborozo;
algunos prefieren el pescado,
otras prefieren un rebozo.
Cuando de nuevo vayas al mercado,
disfruta una cultura aun conservada,
donde mas de uno se ha esmerado,
en darte una sonrisa,aunque no compres nada.
Fin.
Autor:Bernardo Arzate