Los poetas le cantan a la luna
a las estrellas y a los astros
pero a pesar de tanta ternura
nadie habla de poetas en el espacio.
Por eso en forma decidida
sin importarme ni el pito ni la flauta
llegué a la NASA a escondidas
y me puse mi traje de astronauta.
Si llego a viajar en esa nave
y llego a bajarme allá en la luna
le haré versos a los cráteres lunares
manteniendo la rima y la estructura.
Como dicen que los poetas
viven todo el tiempo en la luna,
yo me puse mi par de chancletas
y arranqué mi nave con premura.
Si no vuelven a ver los versos,
que hagan honor a mi literatura,
es que habré caído en algún hueco
de esos que abundan en la luna.
Así ahorraré en cirugía plástica
porqué mi piel allá no se arruga
la gravedad lunar es fantástica
según y que no se envejece en la luna.
Pero no se aflijan compañeros
dejen ya, amigos, tanta tristura
que yo desde allá, los observo
a través de los reflejos de la luna.
Cuando la vean en cuarto creciente
o quizás en cuarto menguante
piensen que allá, estaré sonriente
haciendo versos a cada instante.
Cada loco con su tema,
cada poeta con su locura,
y aquí termina mi poema
porqué ya me voy para la luna.
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