No es que nuestro amor muera
tal vez sólo estamos dejando
huir demasiado simples nuestros días.
El amor no muere
y sin embargo
puede permanecer
en constante agonía.
Y es que si al tiempo,
tuyo y mío,
ya no se le puede nombrar
nuestro tiempo,
tal vez nos convenga analizar
2 o 3 teorías.
Si polos opuestos, como somos,
nos seguimos atrayendo
incluso a pesar de la distancia
entre nuestros cuerpos,
el problema no es de cercanía.
Si el calor que genera
la fricción de tu cuerpo
al encontrarse con el mío
mantiene la llama encendida,
el problema no es de pasión perdida.
Entonces, tal vez sea sólo
cuestión del espacio-tiempo
que le hemos restado
a nuestros momentos de alegría.
Pero en el amor nunca hay nada cierto
todo es cuestión de teorías.
JCEM