El rastro indeleble de tu seda piel
deja huellas en el lecho de mi alma,
cada vez que estás ausente,
tus intensos aromas gráciles y puros
dejan estela de pasión en mi
anhelante pecho,
la bruma de tus pupilas angelicales
hace que mis sueños se hagan realidad,
tu mirada fortuita tras esos
parpados relampagueantes,
hacen respirar aceleradamente mi
corazón eternamente enamorado,
tu brillante luz ilumina
cada trazo de mis deseos,
tu alma llena de amor suspira
en rastros que debo seguir,
-o morir en el intento-
tu figura llena de esplendor
deja ese rastro en el que deseo vivir,
intensamente y sin medidas,
sin razones y sin trabas,
sin mordaza y sin miedos,
la vida me ha obsequiado el
privilegio de poder ver tu rastro,
aun en sombras y tormentas,
a través del frío desierto nocturnal,
de mi existencia,
siempre me ha resultado
fácil seguirte,
tu alma, tu corazón y tu amor,
deja el rastro del cual soy
el eterno cazador,
he alcanzado la felicidad absoluta
con tan solo seguirte por siempre
en el cielo de tu alma llena de rastros,
-esos que hago míos uno a uno-
Eternamente…
--------------------------------------------------------------Carlos Dos Santos Daniel© Todos los Derechos ReservadosVenezuela