Tengo un ojo muy particular
ese que no todos saben apreciar
aquel que muchas veces lo hieren
y otras se alivia, e igual te quiere.
Mi ojo a veces no entiende
de razones ni explicaciones
tan sólo dictan sus emociones
y muchas veces se enciende.
A mi ojo le encanta conocer,
y personas como tú querer.
Es muy frágil y delicado
pero sabio y para mi sagrado.
Mi ojo mucho yo lo cuido,
se me pierde en un descuido.
Él llega hasta lo inimaginado,
crea historias de lo no creado.
También mi ojo puede ser tuyo
pero te aseguro, tú tienes uno.
Es muy sensible a lo intangible
y en tu pecho ahí mismo vive.
Permíteme presentarte mi ojo
hoy vibra a su mejor antojo
y tiene razón de relucir
pues hoy él palpita por ti.