Necesito un gran espacio;
un espacio con alas, dos alas,
que vuelen por los remansos
por los aires de las palabras,
por las arrugas de los fracasos
por indecentes bocanadas
por lugares oxigenados.
Respirar mucho, por si acaso,
se me acaba la dicha y la calma;
la prudencia y el verbo callado
el don de mujer abnegada.
Necesito libertad a tragos;
borracheras de fuego, de llamas,
que incineren el pasado
y me llenen de cosas sanas,
de cosas nuevas a ratos;
de cosas claras, muy claras.