Una carta y un pañuelo
impregnados con tu esencia
protegidos como gemas
guardo de ti en un joyero.
La carta tiene tu letra,
el pañuelo tu perfume
la carta dice mil cosas
el pañuelo es su sordina.
Una carta y un pañuelo
son las dos piedras preciosas
que he querido atesorar
para escuchar tus silencios
y percibir tu fragancia
que cada día que pasa
se va esfumando en el tiempo.
Una carta y un pañuelo
son los tesores que tengo
y hoy lucen como recuerdos
pálidos y taciturnos
que ya no quieren hablar
que el perfume están perdiendo