Hice mía tu quimera,
solitario yacía en ella,
Preso en la burbuja de tu mundo,
Sólo y sin pensar:
Te amaba.
Pero,
¡Despierto de este querer inmundo!
El sueño se vuelve realidad.
La realidad se vuelve sueño.
Y en los dos:
tu imagen desvanecida.
Ahora,
De los placeres disfruto,
De lo mundano gozo,
De lo banal deleito.
También,
A la esencia del ser regreso,
Disfruto incalculable el arte,
El sentimiento en el lienzo,
El alma traducida en un verso.
La vida es demasiado sencilla,
Ser felices podemos.
Es Cuando la dignidad se humilla
Que del camino nos perdemos.