Cuando con gran placer fornico
Como cada noche en inéditos versos,
Caigo rendido ante los sucios pies
De aquellos negros querubines.
Se vuelve satán el suegro deseado
Para un poeta maldito
como lo fue – como lo fueron /
Como lo soy….
y aun sin nacer
Querrán matarme, mandando Pilato a buscarme
Entre todos los primogénitos – mas os digo no me hallara.
Escupirán mi rostro como una prostituta
que no complace su petición,
pero señores:
Negra es la Razón
Y la sabiduría azul.
Me abriga esta cama tan dura cual incrédulo Pedro
Tan fría como la mujer que hoy me embriaga trayéndome a ella,
Si esta cama es dura y suave, tan fría y acogedora
Así que déjenme estar aquí, aunque muera quiero estar aquí
Con ella – a solas como siempre.
Ya mañana por la mañana otra mujer vendrá
Con azucenas y claveles perfumados,
Se abrirá la puerta al poético inframundo
Anunciado por el cantor de aquellas flores.
Buscaran el malévolo génesis para interrumpir
La fecundación. Me llevaran a pasear pon una
Santa utopía, donde las almas gritan… un lo siento.
Gozoso Baudelaire me recibirá en la puerta
Como un padre que espera el regreso de su hijo prodigo.
Disfrutare de esta Erinia sin final
Bailara y beberá mi transparente imagen
cada noche sin estrellas, cada cuando [la (Primavera)]
acerque su perfil oculta dentro de la luz lunar,
fertilizando un extenso y doloroso soneto
dentro de un Marcha Nupcial sin fin.