EL DESENGAÑO…
Ya no he vuelto a preguntar
A nadie por tu suerte.
En medio de las noches oculto
Mi llanto te llevó
Te arrastró hasta las profundidades.
Y pensar que te sentí
Como un soplido de viento en las cavernas.
Y que entregué mi luz a tus nocturnos ojos.
Que te esperé intranquila
Queriendo detenerte.
Mientras tú te deslizabas
Sin mirarme.
Un día,
Ante mi insistir desafortunado y duradero
Decidiste jugar a no ignorarme
Y un falso y obstinado canto
Resonó de tu garganta.
Entonces
Me cediste un poco de tu boca
Mostraste tu escultura
Ante mis ojos y mis manos
Y creíste que ya no me alejaría de tus brazos.
Pero ya era tarde,
El tiempo había escrito ya el destino,
Mis pies aventureros
Dieron nuevos pasos
Y otros sueños reclamaron mi presencia.
No quisiste saciar la sed que te aquejaba
Y pensaste que las almas ajenas no interesan.
Pero ya vez,
Justo cuando mueres por beberlas,
Te das cuenta tarde que
Las aguas del rio cuando pasan
No regresan.