Cuando la añoranza se incrusta,
lenta y sutil, en humeante espiral en la mente.
desgrana mis congojas.
Estrangula la angustía del espíritu,
dejando en la garganta
sabor agridulce, salpicado de soledad.
Alzo en mis manos
una copa rebosante de recuerdos,
dejados por ella.
Brindando por su fina simulación,
que eclipsó la vida mía.
Cuando la nostalgía se anida en mis sienes,
con sed que quema sus entrañas.
Las evocaciones
beben y sorben su dulce amargura.
Fraccionando el espíritu
en mil pedazos, cual gota de azogue
esparcida al tiempo.
Melancolía,
cuando en las madrugadas a mi lado
silente caminas, hecha una sopa por mi llanto,
bañada con marejadas doloridas,
infiltradas de sufrimiento, ahogada quedas.
Escuchando hasta el cansancio, lamentos
desesperados del corazón.
Engullendo sentimientos perdidos
en el vacio del olvido.
No me abandones te suplico,
ya que prisioneros, los dos quedamos firmados
en el libro de los tormentos divinos,
de sus besos.
bambam