Yolanda Barry

EL

EL

enamoró mi alma dormida,

enamoró a la mujer

que necesitaba calor.


EL

enamoró mis letras cansadas,

enamoró a mi ser interior.


EL 

enamoró con su presencia

a mi espíritu errante,

llegó a cobijarme

con un poco de amor.


Solo su mano 

tan suave y tan tersa,

encendió esa llama

que en mí ya brilló.


Me deja en la nada,

soy solo una flor

que se comenzó a deshojar.


Es el mismo viento

el que lo trajo,

ese que hoy

se lo comenzó a llevar.


Vuela muy alto,

mi hombre hermoso,

que yo con mi vuelo

nunca te podré alcanzar.


YOLANDA BARRY.