Se me da tanto el mundo
como la reacción de un cuerpo
ante la inducción de un sonido
inaudible por lo demás-
como tampoco por los demás,
pero que importa,
sentir la sonoridad
de lenguas tambaleándose
a la orilla del asfalto impávido
por la escena inequilibrante
de un cuerpo deductivo
a la reacción de una voz
autodestruyendo la realidad
ilógica
escrita
en
las
escaleras
mecánicas,
que él suele atarse cuando ya no le encuentra
sentido a la vida,
¡Vida! ¿Vida?
Vida, tan letal
como un trago
de veneno
[...]Al cruzar la puerta, donde juegan al destino gatos
vestidos
de noche,
de sueños,
de negro
de muerte-
... entre sus garras el joker torcido
del rostro protagonista de un sueño-pesadilla.
Ah, que falsedad verse entre cartas, -naipes-
- un juego casual, causal por las sombras
acechantes a su intranquilidad
por el sonido atrapante de su techo metálico,
(Gatos corren en el techo, se tropiezan; muerden el sonido de lo inerte)
- Y..., él, él tan sólo con la soledad,
piensa y re muerde su pensamiento,
lo muerde tantas veces
para quedar con un cerebro
desnudo ante las enfermedades
de un mundo desquiciado,
- un mundo ilógico, en la lógica de prevalecer;
- un mundo inductivo a la realidad
- e deductivo a la familiaridad de...,
mirar el mar
(Tantas veces visto, desnudado, ultrajado u inventado)
dibujado
en la pared
de siempre,
-una ventana a este mundo, una ventana
una gruta, un vano, dentro aquí- el cosmos,
aquí el origen del universo universal,
aquí entre cuatro paredes inconexas,
conectando
un mar ahogado
en su bio-lógico veneno de natural;
[...] Entre la penumbra de las voces,
el bullicio de bocas enfermas
por el sonido metálico
de la escalera de mi lógica
a la lógica de él-
desgarrando
lo poco y nada
que hoy y ayer, va quedando
cuando más miro
al universo caerse al mar.
(Es inevitable pensar dentro de mi pensamiento, y darse cuenta, que en una pared blanca hay todo un universo, ¡Todo! pero,
todo se va c
a
y
e
n
d
o,
b o r r á n d o s e,
muriendo,
presenciando como el universo se ahoga,
y como el mar se ahoga en su propio mar,
en su propia inmensidad, y él se ahoga en él -Yo-
en su propia inmensidad/
Quizás es Depresión,
falta de ánimo dentro de un recipiente lleno de vacío,
o vaciar el recipiente entre todo el oxigeno, -tan libre-
como la libertad que no tengo, al estar dentro de un cuerpo carnoso,
lleno de líquido. Siendo un contenedor de una ventana a un futuro,
que dramáticamente se va fragmentando,
hasta dejar caer la mano en el pavimento, y... -no pensar en nada-
cayendo
la
otra
mano,
y parte de los pocos sentimientos
que aún no son cenizas de un pasado. Sintiendo el aire tan frío
como el frío de los huesos, y... con el rostro torcido-
el aliento amargo y agrio, la voz pocamente ronca, árida,
aguda interna, y los ojos sombríos,
gesticulando una expresión tétrica dentro de un féretro
gestado por sus manos.
Al tocar el recipiente de su cuerpo, tan próximo,
tan cercanamente dentro, tan letalmente visceral
(Sí del músculo en movimiento se hablará, sí de allí estuviera el origen, ya nada de lo invisible contaría, ya nada mental sería tema para un discapacitado vital, y combinar el aceite con el agua sería una trivialidad, tanto así que sí combinamos los sentimientos con el pensar caeríamos en el mismo error) Error que por muchos caímos
siendo el depósito de otro cuerpo vacío
buscándole una explicación al "por qué" de ser nada en el todo,
siendo ya algo que para muchos ya es todo. ¡Una trivialidad!
Quiero decir:
Tengo total apatía en pensarme y deshacerme en un ensayo,
como en vivirme y matarme dentro de cualquier obra
inventado por otro dedo casual y causal de la vida misma
que en sí rige en mi propia vida o también en otras vidas más,
como que todos estamos conectados de alguna forma.
Tratar de estudiarme es como volver-se o volver-me loco, triste y expresivo diagnóstico para la persona que está tatuado en una pared sombría sin los antecedentes necesarios para diagnosticar que esté Demente.
"Es ilógico saber-me-se-te; como lógico dejarse perder-te-se-me"