Las aguas siempre llegan calmadas,
así, como la sonrisa de la tarde,
como la suave brisa en la ventana.
Yo te espero mujer, te siento
tan suave y triste como las olas,
te veo caminar hacia la arena
y escucho tu canto que enamora,
sonrien de alegría las estrellas.
Mujer, eres el mar de los sueños,
la caricia de infinitos clamores,
tal vez, espero que te anomres
de este pescador que te espera,
que nuna se cansa de mirarte,
amándote como si fuese un niño
que espera el milagro del cielo,
te amo en silencio desde mi barca
y beso la tarde que trae las flores de tu piel,
tu sombra desaparece cada noche
te sueño, mujer, siempre te sueño.