Las horas distintas abrieron una brecha.
Otra vez, contra un fondo ausente
me inclino a oir tu nombre volviendo.
Robé una culpa, la hice mía.
No sé dónde la puse.
Yo iba contigo, fuí a ti, iba por ti.
Luego no pude ir;
Por eso ando en un saco sin luz.
Sal del silencio.
Te quiero oír como acostumbraba.
Extraño el cielo,
extraño mucho el cielo y caminar.
Mil sonrisas de café y comida, retrasos sin importancia.
Pido que la tormenta te sea leve
y que escampe en limpio y pronto.
Me incluyo en los que te seguirán queriendo.