En el principio, mi espíritu
vivía errante, en el caos de la nada,
sobre las aguas arrebatadas,
en el grito del silencio.
Y dijo; Sea la luz
y fue creado tu nombre
y llamó a la luz, - amor -
Y a la oscuridad, - refugio de pasión -
Y creo los monstruos marinos
que poblarían tus mares,
y las bestias de instintos salvajes
que domarían tu celo.
Sobre mi barro, un soplo que dio aroma
al corazón espigado.
Omitió el aguijón de mi costilla
¡aguijón de mi pasado!
y creó mujer de proporciones
Adorables...
El séptimo día
no hubo descaso,
solamente amor.