El tiempo se sucede en lógica aparente y
cual salto de agua hielo nacida entre las piedras
se arrastra en su torrente el mensaje concedido por la lengua.
No hay razón para pensar ni detenerse, es la fuente…
Natura que se funde en la húmeda pradera
destellos luminosos de sonrisa e impaciencia
felonía que se escapa como brote que revienta
convirtiendo un paisaje cotidiano, en la tormenta
No hay temores, no hay conciencia
solo fluye…, y en un instante -que es perfecto-
todo ocurre; aquel segundo trascendente
de selección vehemente
que cual golpe de hoja fina, determina tu suerte.
Es la propia traición que emana desde dentro
exigiendo sus derechos. No interesa;
si es blanco o si es negro, o si raya en lo incorrecto
un instante furibundo y
¡ya no hay más!, ya está hecho.