Un atardecer suave y efímero, como la caricia que el mar da al cielo, tan sutil y a la vez tan intenso, con la fuerza de un amor verdadero, un amor que vence todo obstáculo, vence la fuerza del universo.
Así es el amor que yo anhelo, un amor impetuoso pero a la vez sutil como la brisa del viento, que me acaricie el alma con un beso, pero que me dé su corazón entero con el roce de sus dedos.
Un amor que me llene de alegrías, que me deje sentir la fuerza intensa de un mar de caricias, y que me dé el dulce perfume del rosal eterno.
Quiero un sentimiento verdadero, un sentimiento que me haga vibrar el corazón y me lleve a explorar el universo, que me deje navegar en el mar embravecido y me cante una melodía con el susurro del viento.
Bailar al compas del vaivén de las olas y fundirme en lo profundo de su mirada, poder tocar con las manos la silueta de su alma y en un murmullo efímero entregarle mi corazón y mi alma.
Que dulce puede ser el amor, ese amor que se da y que no pide nada, que es capaz de romper cualquier obstáculo y se entrega por completo… que da su misma esencia, su alma.
Así es mi amor, te lo entrego con mi corazón y mi alma, dime si lo aceptas… si quieres dejarlo estar cerca de ti, cerquita de tu vida, acariciándote el alma.
@ngel de kristal
septiembre 13 2012