Las lágrimas de mis ojos no pueden expresar todo el universo cuando llueve mi voz en la profundidad de un grito atrapado en el silencio de la muerte...-
Te amo..., te amo..., te amo...,
... esperando acabar el sol
dentro de una botella
apagada en el mar
entre la boca
tímida- que sueles
expresar- cuando dejas en libertad
los cristales de tu mirada
en la expresión de encontrar-nos
cuando decidimos atrapar el tiempo...
Y no importan los siglos, no importa la muerte
ni siquiera la complejidad del destino;
no importa nada, importándonos en un beso
cuando respiramos con más libertad
el oxigeno privado de nuestros sueños
al no sentir la vida, al no sentirnos,
dejando perder parte de nuestras huellas
entre el barrido del viento en la arena
cenizas de sodio en la penumbra de nuestra boca;
cuando despertamos perdiendo relojes
en la orilla de un mar aquejado de cuervos
doliente las sombras, y nuestras ausencias.
Siguiendo con la misma escena,
en la extrañeza de extrañarnos
cuando nos amamos, así, ahora, así cuando nos asesinamos.
[Entre paréntesis la voz] -mi voz- encerrado entre dos paredes, -tus labios-
y no importan los sonidos del vacío, para expresarte un mundo -nosotros-
en las pistas de una cinta de plástico, grabadas para siempre -y detenemos el tiempo- la esencia de caerte en mis manos y caer en tus alas -cayéndonos-
dejando nuestra expresión isométrica tatuada en una cinta magnética;
en movimiento la esencia de oscilaciones internas; electricidad expandible creando cuerpos celestes en el caos de nuestra mente.
(Y no pienso en nada)
Algo=Nada=Todo.
Qué crees?
mi pecho es el "igual" "Conexión"
tu amor, son todas las palabras
el universo inventable
por un poeta desquiciado
de...,
dejarte inmortalizada
en una obra jamás pensada...
Siempre asesinada,
siempre masticada,
siempre aquí donde morimos asesinando nuestra voz con el veneno de un beso eterno.
[¿Te fijaste como detuvimos el tiempo?]