Añoro tu risa, tus besos, tu aliento.
Sentir tu boca al recorrer mi cuerpo.
Anhelo la forma en que me dices te quiero
y cómo tus manos se vuelven pasión y deseo.
Extraño dormirme con el calor de tu pecho
y despertarme al sentir sobre mí tu peso.
Quiero perderme en la oquedad de tu abrazo,
mientras tus muslos se mecen y se encajan despacio.
Deseo que mis pechos acallen tu voz y calmen tus ansias
y que mi boca se encargue de saciar tus ganas.
Sueño con cabalgarte y derramar tu savia.
Lograr domar tu sexo, en lo que el mío se vuelve flama.
Arely