Tu allí del otro lado de la ciudad,
(Perpetua sobre el caos)
Habitas los demonios que se exilian
de mis más febriles noches.
Caminas los augurios literales
que abandono en mis madrugadas,
Colmadas de intemperies y de desencuentros.
Ayer nos retrasaban los besos,
nos demoraban las mil maneras
de renunciar al día y su labor.
Quedábamos con la tarde
en tu cama
sin pleitos
sin contaminación social,
sin el sueño maltrecho.
Solo nosotros
con el cuerpo de los dos.
Ayer creíamos al tiempo padre del amor….