Salía como de costumbre
A pasos largos y ligeros,
De todo aquello que es cotidiano…
Como rincón del cielo
Como las locuras en un hermano,
Pensando en el pasado del día
Que me lleno de textos en la mira
De todas mis horas…
De todas mis locas y hermosas
Historias,
De todo aquello que me hace tan feliz…
Fue así que recibí
El llamado más divino,
Y no encontraba más testigo
Que el corazón mío…
Apenas si había cruzado la vereda
De todo aquello que día a día
Crecía…
Dentro de mí,
La impaciencia de encontrarte a solas
Entre tu mundo y el mío…
Encontré en Papá al más fiel testigo
De nuestro amor eterno,
Y pidiéndole mil veces perdón
Le pedí su bendición…
Así tu mirada volvió a encontrarme
Después de años de búsqueda,
Y como ángel que viene a buscarme
Me llevaste al paraíso puro y pleno.
Extraña sensación de libertad,
Como viajar a tu lado
Hacia el fin de los días,
Me llevaste contigo sobre tus alas,
Ese hermoso vuelo desconocido
Hasta el momento
Para el alma…
Que disfrutaba tranquila,
Como tu mirada me llenaba por completo
Y sentir tu perfume más bello,
Rociarse sobre mi cuerpo…
Morir, vivir, despierto.
La charla que se entonaba más amena,
Mientras recuperabas mis palabras
Dentro de tus propias cosas,
Mientras me preguntabas
En el afán de no renunciar a llevarme,
Que es lo que te detiene hoy…
Me susurraste,
Y el corazón arranco una carrera
Incontrolable dentro de el…
Los nervios de un pasado dorado
Me invadieron por completo,
Temblaba tanto dentro de tu cuerpo
Que tus alas me abrazaron para no caer,
Como lluvia de primavera…
Llenaste de besos todo mi ser.
Esa lluvia que en primavera
Llenara por primera vez,
La mirada, los abrazos y la piel
Como llenar aquel largo vacío
Que llevaba conmigo,
El más grande de los alaridos
De Dios,
Eran tan míos en la tarde
Que fuimos adolescentes,
Fue como empezar de nuevo
El amor que nunca pudo romperse,
La alianza grabada dentro de la piel,
Tu hermosa boca…
Rebanadas de miel.
Y el tiempo fugaz que pasaba sin medida,
Pasaban los versos
Y las palabras más divinas,
No había manera de encontrar la salida,
Llovía por dentro
Llovía a cantaros la vida,
La felicidad tan plena,
Parecía real…
Quería morir en tus brazos
Para no dejar de recordar,
La tarde que pude besarte de verdad
La tarde que eras mía…
Y de nadie más.