yo_capo77

Lluvia de Primavera...

Salía como de costumbre

A pasos largos y ligeros,

De todo aquello que es cotidiano…

Como rincón del cielo

Como las locuras en un hermano,

Pensando en el pasado del día

Que me lleno de textos en la mira

De todas mis horas…

De todas mis locas y hermosas

Historias,

De todo aquello que me hace tan feliz…

Fue así que recibí

El llamado más divino,

Y no encontraba más testigo

Que el corazón mío…

 

Apenas si había cruzado la vereda

De todo aquello que día a día

Crecía…

Dentro de mí,

La impaciencia de encontrarte a solas

Entre tu mundo y el mío…

Encontré en Papá al más fiel testigo

De nuestro amor eterno,

Y pidiéndole mil veces perdón

Le pedí su bendición…

Así tu mirada volvió a encontrarme

Después de años de búsqueda,

Y como ángel que viene a buscarme

Me llevaste al paraíso puro y pleno.

 

Extraña sensación de libertad,

Como viajar a tu lado

Hacia el fin de los días,

Me llevaste contigo sobre tus alas,

Ese hermoso vuelo desconocido

Hasta el momento

Para el alma…

Que disfrutaba tranquila,

Como tu mirada me llenaba por completo

Y sentir tu perfume más bello,

Rociarse sobre mi cuerpo…

Morir, vivir, despierto.

 

La charla que se entonaba más amena,

Mientras recuperabas mis palabras

Dentro de tus propias cosas,

Mientras me preguntabas

En el afán de no renunciar a llevarme,

Que es lo que te detiene hoy…

Me susurraste,

Y el corazón arranco una carrera

Incontrolable dentro de el…

Los nervios de un pasado dorado

Me invadieron por completo,

Temblaba tanto dentro de tu cuerpo

Que tus alas me abrazaron para no caer,

Como lluvia de primavera…

Llenaste de besos todo mi ser.

 

Esa lluvia que en primavera

Llenara por primera vez,

La mirada, los abrazos y la piel

Como llenar aquel largo vacío

Que llevaba conmigo,

El más grande de los alaridos

De Dios,

Eran tan míos en la tarde

Que fuimos adolescentes,

Fue como empezar de nuevo

El amor que nunca pudo romperse,

La alianza grabada dentro de la piel,

Tu hermosa boca…

Rebanadas de miel.

 

Y el tiempo fugaz que pasaba sin medida,

Pasaban los versos

Y las palabras más divinas,

No había manera de encontrar la salida,

Llovía por dentro

Llovía a cantaros la vida,

La felicidad tan plena,

Parecía real…

Quería morir en tus brazos

Para no dejar de recordar,

La tarde que pude besarte de verdad

La tarde que eras mía…

Y de nadie más.