Sabiendo que nació lo nuestro
la poesía canta y habla
en el lenguaje del verso
que va brotando de mi alma.
Sabiendo que estamos unidos
con el mismo sentimiento
se escuchan bellos sonidos
en la metáfora del verso.
Cuando el alma es el epicentro
de telúricas emociones
entonces afloran versos
con todas sus dimensiones.
Y es que tanta empatía
propiciando el encuentro,
a través de la poesía
se va llenando de versos.
Puedo entonces decir
que ya no existen pretextos,
para sentarme a escribir
manojos de lindos versos.
Finalizando este invento
elogiaré todos tus encantos,
enviándote besos, con mis versos
y abrazos… ¡Con mis trazos!
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