Según dice el Loro,
Doña Cotorra formará un coro.
Ha pegado panfletos
bien coloridos en los abetos
y hasta en la trompa gigante
del pacífico Elefante.
Pasea lo más oronda
mostrando a su “buena onda”
con su amigo Don Castor,
que se hace llamar “Doctor”.
Según comentan los Loros,
ella no entiende de coros
ni tampoco Doña Urraca,
que en nada se destaca
y está haciendo su campaña
con consejos de la Araña.
Ocurre que entre las dos
hay una lucha feroz
por ganar la competencia
de tener preeminencia
en quien entona mejor.
En un día de calor,
se pusieron frente a frente
a gritar horrendamente,
cantando desafinados
los bichitos agrupados.
Por el bosque se expandían
los chillidos que emitían,
hasta que el Rey Don León
terminó con la cuestión.
Y dijo: Cotorra… Urraca, ustedes dos por hablar
no han sabido escuchar.
Para afirmar sus razones,
llamó a todos los gorriones,
los jilgueros y los zorzales.
Callados los animales
oyeron los bellos trinos,
que como sones divinos
sonaron en la floresta.
Desde entonces es una fiesta
si están las aves cantando
y los demás… escuchando.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
Me salió extenso… para los que lo leyeron y para los que pasaron por arriba y llegaron acá, les dejo la MORALEJA.
Bueno, no tengo moraleja adecuada, pero cuando era chico, mi padre me decía: “MORALEJA: para comer hay lentejas, si quiere las comes y si no, la dejas”.
Chau.
En unas horas (si Dios quiere), viajo hacia Buenos Aires para departir con queridos amigos poetas del foro y sus alrededores. FELIZ FIN DE SEMANA PARA TODOS.