\"Buscando para tu amor una luz/ que me diera la esperanza deseada,/ aposté mi suerte a cara o cruz/ y la moneda cayó parada\".
Te busqué entre ángeles en el cielo y no estabas,
te busqué en el infierno donde no andabas
y en el sol, recordando que de pasión ardías...
Te busqué en la luna cuando estaba creciente,
entre tantas imágenes perdidas en mi mente,
en puentes de ensueño que imaginé que construías.
Te busqué en mis muchos álbumes de fotos,
en esos papeles viejos, escritos y ya rotos
que parecían decir mucho y no decían nada.
Fui a buscar incluso hasta en Marte
y ni siquiera allí pude encontrarte,
aunque entre sus lunas te supuse acostada.
Te busqué en el propio fondo del mar
y tampoco en lo profundo pude hallar
alguna pista que me llevara a tu presencia.
Llegué hasta a buscarte en el espejo,
a ver si al menos en su reflejo
lograba percibir algo de tu esencia.
Debo admitir ahora que busqué muy mal,
que mi búsqueda tan extraña es igual
a la que vemos cuando su cordura un loco busca
y aceptar ahora mismo que mi caída
cuando descubrí esta realidad en mi vida,
resultó para mí un poco brusca.
Te busqué entre ángeles y no eres una santa,
fui hasta el infierno y tu maldad no es tanta,
y en el sol no estabas porque habían tormentas.
Era en la luna llena donde debía investigar,
no te metes en ninguna otra fase lunar,
ni siquiera en ésas que a veces inventas.
Estabas en mis imágenes perdidas pero oculta,
los puentes de ensueño ahora resulta
que existen de verdad, son todos ciertos...
Son los que cruzamos mi chiquilla,
cuando a ambos el alma nos brilla
y estamos los dos soñando despiertos.
Estabas en mis álbumes, pero en los cuidados,
y papeles nada rotos estaban allí guardados
y ésos sí me decían muchas cosas...
Debí sólo en la luna nuestra buscarte,
porque “Fobos” y “Deimos” las de Marte
nunca llegan a ser tan hermosas.
Busqué en el fondo del mar y no en la orilla
y olvidé que era en verdad una maravilla
cómo en la arena me llenaban tus besos
y cuando mis razonamientos se alejan,
tampoco entiendo que los espejos no reflejan
amores tan especiales como ésos.
Estas son las ironías de la vida,
sentía que estabas para mí desaparecida
y sólo fue el efecto de un sueño que guardé.
Al final hasta una insensatez me parece,
porque te hallé en mi corazón y fue ése
el último sitio donde te busqué.