Cuando me miras con tus ojos de deseo
Se me enciende mi deseo
Cuantifico y cualifico nuestras ansias
Que la distancia no puede consumir
Que más bien las activa como un volcán
En la línea del fuego de la pasión.
Enardece entonces mis sentidos
La sensación de tus manos
Grandes, rudas, fuertes, recorriendo
cada espacio del mapa de mi cuerpo
y encallan en el puerto de mi deseo
escalan la cumbres vertiginosas
por donde trepan las caricias
que hacen estallar mis sentidos
y mi voz en palabras de locura
sin pudor y sin frenos.
Y cuando llegamos a la cúspide
Cuando laxos nuestros cuerpos
Se abrazan y renuevan los votos de amor
Entonces me siento tuya
entregada, vencida
Como la hoja en el vaivén del viento
Que luego se posa sobre la yerba.
Entonces te quiero más
Entonces muero de amor
Entre tus brazos.