Hay besos de mil sabores
que te deleitan la vida,
unos son de chocolate
aunque los hay de vainilla.
Unos tienen aderezo
o vienen con mermelada
y se sirven con jarabe
que se come a cucharadas.
Existen besos traviesos
que juegan malas pasadas
y hay otros tan elocuentes
que te dejan sin palabras.
Hay besos tan atrevidos
que están subidos de tono
y su color es rojizo
como unos labios carnosos.
Y por encima de todos
adoro los de tu boca,
pues me enloquecen y llevan
de la tierra hacia la Gloria.
Arely