Te miro en un día soleado,
empezando en sonidos mezclados,
imágenes perdidas en memorias,
eternas y antiguas historias.
También al comenzar esa tarde,
guitarra de palo y mil voces,
tequila, y un vino y entonces,
tan solo miradas y evocaciones.
Un café en la tarde es también el recuerdo,
del tiempo acertado y eterno,
el cuento fue el tema de encuentro,
poesía de amor, el fundamento.
Entonces resucitas a un muerto,
y la esperanza otra vez ha resuelto,
y el amor puro aquel lo encuentro,
escondido en mil galimatías lo entierro.