Un agradecimiento enorme al destino,
en su mágico devenir, ha cruzado los caminos
de nuestras almas, de corazón a corazón,
escribiendo esta nueva sinfonía de amor.
Un cotidiano gracias a la vida
que abandonando su clásica rutina
y luciéndose con sus mejores galas,
me despierta en tu paraíso cada mañana.
Mi lista de agradecimientos es infinita:
a Dios, al destino, a la suerte, a la vida.
Por brindarme de este mundo lo mejor,