Voy volviendo de a poco
A mis viejos parajes
A mis estrellas sin cielo
Y a mis cielos sin estrellas
Encadenándome a una silla
Hablo de nuevo con las paredes
Con los arboles de la tarde
Con toda la parentela
De la soledad y la muerte
Pero el silencio es otro más
Un cómplice de mi crimen
Pues no me canso de matarte
En cada noche, en cada luna
Después de lo cual
Cubro tu cuerpo de sombras
A ver si mis odios te desaparecen
Pero siempre me duermo
Me acuesto en tu dulzura
Y a la mañana siguiente
Te veo renacer
Y enraizarte en mis venas
Te dibujas en los espejos
Y desapareces
Dejando tras de tí
Un reguero de plumas
En las puertas y los muros
Pero esta noche
Voy volviendo poco a poco
A hablar con las paredes
Y les contaré como
Una a una
Ciudad por ciudad
He ido matando tus imágenes.