El rostro muerde la expresión
reflejada en una lágrima desnuda
hiriendo el oxigeno vacío
expandida por el lamento
de una lluvia quebrada
en la tristeza fraccionada
de un sonido latente
en el adiós creyente de la muerte.
Mirando un rostro caer
de un mar a un cielo
amarrado por palabras dolientes
entre las partículas del líquido
fraguado en un rostro quebrado
entre la torcida mueca
avistando la escena tatuada
en un vacío escrito con sangre
en la creencia de vivir en la muerte.
El rostro cae en un mar herido por el cielo
en la eternidad de doler entonaciones
expresivos en la víscera desgarrada
reflejando su adolorida espera
por caer y sentir que cada vez
el dolor vuela y vuela
tan cerca de la realidad de la muerte.
-un adiós y una palabra-
(Se me suicida el alma)