VOLCÁN III
Que pasión tan desenfrenada dos volcanes en la misma historia
Una catástrofe para algunos,
Para nosotros un mar de lava consumiendo
Nuestros sentidos
Dejar las cenizas atrás
Arrasar todo a nuestro paso
La pasión desbordada,
Entre gemidos y abrazos,
Apretar tu cuerpo contra el mio
Levantarte de la cama
Hacerte mía sosteniéndote en el aire
Beber de tus pechos cual recién nacido
Acabar la última gota de tu leche
Morder tu ombligo
Bajar hasta la unión de tus piernas
Y dejar que mi boca tome el néctar de tu sexo
Sentir como te estremeces
Pidiendo a gritos que el volcán que ha despertado
Te queme con su fuego y el magma se desborde
En el interior de tus entrañas.
Que sientas hirviendo el líquido que consume tu cuerpo
Y entre el sudor y el vapor de nuestros cuerpos
Quedemos fundidos como roca volcánica
Unidos una noche más…
Entre las sábanas.
Guardianzk
VOLCÁN IV
Entre sábanas de seda,
en la cama de un hotel, poco antes de que llegue el alba.
Aún dormido escuchas que mis manos te llaman.
Tus manos me buscan, mi cuerpo les habla
y en instantes dos volcanes se encienden y estallan.
Amante, te recorro completo con mis labios
deteniéndome sobre tu miembro,
mi lengua lo acaricia suave y vigorosamente
y mi boca bebe extasiada de su savia.
Tus manos me atraen hacia tu boca
y me besas con una pasión desenfrenada,
desatando gemidos, avivando el deseo, avivando las llamas.
Es entonces cuando me aprisionas con tu cuerpo
encadenándome con tus brazos a la cama.
Tus caderas se deslizan por mi vientre
y tus muslos poderosos me reclaman.
Con avidez me posees, me haces tuya
desbordando tu lava en mis entrañas,
tu fuego me abraza, me enciende, nos consume
los sentidos se desatan y libres, nuestros instintos claman.
Mi cuerpo se arquea buscándote y tus brazos me abrazan.
Mis pechos acaparan tu boca, ahogando tu voz, calmando tus ansias.
Nuestros cuerpos emanan lujuria, placer y el sudor se mezcla y resbala.
Nos estremecemos de gozo, mojando los sexos.... grito extasiada.
e intempestivamente sobreviene la calma,
cuando con un estertor ambos cuerpos finalmente se sacian
silenciando mi boca tu grito, el que calmo a tus ganas.
Arely