Hugo Emilio Ocanto

Poema: Me siento muy solo cuando tú te vas.

Hace tiempo que estamos distanciados.

¿Tienes una lógica respuesta a tu actitud?

Estoy seguro que volverás a mí.

Tu actitud de evasivas.

Tus silencios.

Tus eternos viajes.

Esos viajes por los cuales dices

que darías tu vida al no poder realizarlos.

Y yo daría parte de mi vida,

para que puedas volver

a compartir conmigo,

todo lo que compartimos.

Nuestra discusión fué por lo de siempre.

Siempre por el mismo motivo.

Tus viajes y alejamiento.

Te vas... y me dejas.

Tu distancia y tus ilógicas actitudes.

Tu partida y tu falta de comunicación.

Claro, para tí primero el teatro.

Y yo tengo que ser secundario

en tu sentir y en tu vida.

No poder acompañarte es

mi tragedia. No puedo conseguir

trabajo en cada lugar

que viajas.

El teatro... la actuación...

Quisiste que me convirtiese en actor,

para que me integrara a tu elenco.

No puedo ser actor. Tú lo sabes.

Para serlo, debería tener talento

como lo tienes tú.

No tengo talento de interpretación.

Mi talento solo es el de amarte.

El de saber esperarte.

Tu fama de actriz va in crescendo...

y mi corazón crece en los sentimientos

que tengo hacia tí.

Porque te amo locamente.

Me dices que también tú

me amas. Pero me dejas solo.

Primero, tus obras teatrales,

y yo siempre en segundo término.

¿Pretendes que me canse?

No, nunca. Mi amor es tan inmenso...

que tengo que resignarme

a tus distancias y a tus actitudes.

Pero en lo posible, trata, aunque

sea desde lejos, de tener un poco

más de tiempo para dedicarme.

Tus obras, tus silencios, tus distancias...

Si yo pudiese tener aaunque fuese un poco

de tu talento, podríamos estar

siempre juntos... pero no,

no nací para representar.

No soy un destinado de la interpretación.

Me apena. Solo soy un humilde

vendedor de rifas y un cobrador

de sanatorios.

Hace poco me dijiste

que yo estaba celoso de tu profesión.

No es así. Estoy orgulloso

por el talento que tienes.

Pero reconozco que soy un poco egoísta.

Que deseo seas solo mía.

Y sin embargo, perteneces

a ese inmenso público que te adora.

Que te aplaude. Que te ovaciona.

Soy el marido de...

De una estrella de teatro.

UNA DIVA TEATRAL.

Y cuando tengo la posibilidad

de estar presente en algunas

de tus representaciones,

estoy allí, entre el público,

siendo uno más, entre tantos

que de píe te aplaude.

Eres única. Me siento feliz de ser

quien soy tuyo. Tu esposo.

Pero me siento muy solo

cuando tú te vas.

Todos los derechos reservados del autor ( Hugo Emilio Ocanto- 17/09/2012)