De un señor garrafa al hombro,
que pasa en medio de una melodía,
surgen una y mil ideas
¿quien lo diría?...
Como el misterioso
hombre de la barra de hielo,
corta la escena,
hace un intervalo,
desvía la atención,
sin saberlo siquiera.
Y así se construyen las ideas,
sin querer,
con lo que frente a la mente
o la mirada atraviesa.