Sentada frente al fogón
está Edelmira Góchez de Torreón
pulcra dama de estirado abolengo
aprovecha la ocasión
para asegurarse un sorbo
de esa sopa que reposa
sobre los leños ardiendo
Aprovecha que la peonada
se ha levantado a bailar
para poder mitigar
el hambre que la devora
Nunca esta pulcra señora
de estirpe diáfana y rancia
presumió ni en pesadillas
que la vida le traería
de sus pomposos aposentos
a este cuchitril añejado
en estiércol, sudor y lágrimas
Pero una mala jugada
unos dados cargados
un matrimonio arreglado
y una rutina de fiestas
fueron peldaños amargos
en su escalera de estragos
Donde otro día la sinfónica
hoy un mariachi o rocola
lo que una vez fue champagne
hoy es guaro destilado
Pero lo que acá ha encontrado
que ella no conocía
es el calor de amistad
que ahora, pese a ella, le abriga