CARLOS ALBERTO BADARACCO

LAS GÁRGOLAS ALERTAS

 

 

En cada hueco dormido

hay un espacio en calma,

un ribete de yeso

y una corona de reina.

Hay también dinosaurios

con amplias fuentes de plata,

un centinela sin vida

entre unas magnolias descalzas.

Este poema se trae

algo escondido en el alma,

los espacios dormidos

no saben a nada de nada;

Este poema lleva consigo

viejos misterios sin vida,

hay como ciénagas muertas

en la que yacen los tiempos

cubiertos con viejos doseles inertes

que se levantan sobre pilastras

y entre las curvas cerradas

de ciento veinte escalones

hay también monumentos,

viejas gárgolas dormidas

que vigilan en silencio

los infiernos de los muertos.

En cada hueco dormido

hay una alma en silencio

cientos de penas se alzan

tirando plegarias al viento.

Entre los cielos y el viento

hay también escondidas

antiguas ruinas de espectros

que se deslizan y danzan.

No están siquiera dormidas

aquellas gárgolas del tiempo

siempre están alertas

de los arcaicos avernos.

 

CARLOS A. BADARACCO

5/9/12

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