Doña Gata grita
y llora con amargura
porque una Termita
le partió una uña.
Hay un viejo Conejo
que se cree jovencito
yo aquí tengo un espejo
y a mirarse lo invito.
Yo el secreto develaré
sobre los ojos de los Gatos,
que ese verde que usted ve
son sólo lentes de contacto.
La señora Loba
busca sin descanso,
a su vieja escoba
para barrer el patio.
El señor elefante
quiere subir al ring
y se compró unos guantes
por cuarenta mil.
La señora ardilla
salió al mercado
a comprar mantequilla
y pan tostado.
Ya me voy nuevamente
se acabaron las novedades,
pero volveré insistente
con más animales.
Alejandro J. Díaz Valero