Recuerdo cuanto te quise,
Las flores resecas en el tiempo…
La muralla incontenible,
Tus labios todo un sueño.
Me llegan las fotos vivas,
De un pasado dorado…
Pensando en la bella ruina
De los lamentos en vano.
Cruzaba a la deriva del
Mar de las rocas grises
Mientras encausado en el prado
Divisaba tu piel sensible.
Romances en épocas de tristeza
Cuando la mente desvanece
La ira se vuelve opaca,
El amor que nunca florece.
Lluvia de estrellas enfurece
Las calles tan vacías
La malaria que es frecuente
La más triste compañía.
Pensar que pensaba contigo
Pasar los años de mi vida,
Cruzar los densos bosques
Y embellecerte los días…
Pensar que tanto te quería,
Quería besarte el corazón
Tan sencillo parecía
Ser la única razón…
Fue así que moriría,
En los brazos de mi amor
Las paredes que llovían
Tan llenas de dolor…
El tiempo clavo su espina
Las doce en punto despidieron,
Caravanas de una mezquina
Muerte del corazón.
Y así la temible desazón
Cobijo en la triste tarde
Del pabellón dorado,
El alma de un cobarde.
Cobarde que hoy recuerda
Desde aquel cielo juvenil
Cuando tiraron de la cuerda
Para volver a ser feliz…
Seguirán soñando a su lado
Los cometas de larga estirpe,
Los planetas soleados,
La luna bella y triste…
Charlaran los vientos fuertes
Susurrando aquella historia,
Ya no habrá más muertes
Que destierran la memoria.
Y así con el alma escrita
Las veredas de un ocaso,
El poeta que hoy agita
Destruyendo todo a su paso…
Romances en épocas de tristeza
Grises tardes de la mente
Queriendo volver a la querencia
Escapándole a la muerte.