Siento que las cosas pueden perder su peso
Se que el consentimiento solo se acopla cuando uno es adverso
O si uno medita sus infiernos puede tal vez salir de sus miedos
No se si la vida sea justa o si el cielo siempre estará para ellos
Solo entiendo que la prudencia es sagrada cuando cae en manos del indolente.
No pienso caer por piedras de incertidumbre pues tú has inspirado mis pasos
Y mis manos aun son fuertes para poder aferrarme a mis sueños
Quédate conmigo esta noche y escucha mis desiertos
Aprende conmigo a ser el vapor caliente de mis convicciones
Escuchemos juntos el sonido del silencio
Mientras mis manos acarician tu cuerpo
Mientras tu boca busca mis secretos
Miremos otra vez la noche por tu ventana esperando a que mañana
Sea otro día eterno.