Hace no muchos tiempos
Vivo entre rejas y en cadenas,
No era mi proyecto de vida
Pero mi falta me llevó a esta condena.
Me asomé a tu ventana
Cuando vi el resplandor de aquella lámpara.
Y me sorprendí al ver la luz apagada;
Eran tus ojos que iluminaban tu cara.
Volviste tu encantadora mirada
Y el brillo de tu sonrisa en hechizo
Me hizo preso, el preso más feliz,
Porque en dicha perpetua me confino.
Hoy que junto a mi tu estas cautiva
Tiempo tenemos para contar las estrellas,
Regalándonos por cada docena…un beso
Y una intimidad en las centenas.
Me has regalado tantas noches serenas
En las tibias cadenas de tus brazos
Que no quiero absolución por mi pecado,
Mi único delito: provocarte de amores embarazo.