Y aquí estoy
con un libro que nació huérfano
sin vientre que lo haya parido
ni madre que le diera nombre.
Y aquí estoy
vendedor ambulante de ilusiones
ganándome de la muerte su olvido
alimentando soledades del hombre.
Y allí estuve
en las horas migajas de tu tiempo
recogiendo del piso cada segundo
segundos hoy lápidas en un cementerio sin cruces.
Y allí estuve
deformando la forma de tus pechos
con mis labios maltrechos en el fin del mundo
susurros silencios y gritos sin luces.
Y allí voy
al recuerdo olvidado de los estantes
de tu mente librería de palabras
un alguien sin rostro sólo amante.
Y allí voy
al vivir cada instante
de las manos con tinta manchadas
en la poesía con gusto a sangre.