Te contemplaba recostada en la cama ,
tu espalda desnuda me atraía las manos ,
las cuales recorrían con suavidad toda tu piel ,
mis ojos curiosos contaban cincuenta y tres pecas
y seguían contando ,
luego seguí ansioso y llegué abajo de tu espalda ,
con deleite gozaba las formas
y la firmeza de ese sector ,
asi pasaron los minutos ,
las emociones se alertaron y
lo que siguió , ya no puedo relatarlo ,
pero ustedes sabrán imaginarlo .