Despoja la cubierta de tu fruto prohibido,
que innegable y natural es mejor,
y mirarte en escultura y talla erguido,
y disfrutar las delicias de tu amor.
Apasióname de encantos y delicias,
En la puerta del placer disfrutaremos,
y el ocaso aquel día terminaremos,
en abrazo de exaltación nos fundiremos.