Conversando con su abuelo
estaba Daiglis Fabiola
le decía: _¡Te quiero mucho
abuelo César Augusto!
_¡Mi preciosa, yo te adoro!
¡Tú eres mi vida entera!
y ella le dice riendo
_¡Y también quiero a mi abuela!
Gira la conversación
¡y reimos sin parar!
Cuando nuestra nieta dijo:
_¡Ay abuelos voy a flojerar!