Me pierdo dentro de mi señuelo
Me adentro en la autopista de mi cerebro
Circuito cerrado dichoso cerebelo,
Que haces que mi vida sufra como un hebreo
Por Locos diálogos entre mi ser y mi duelo
Por ser, un ser que vive siempre en cabreo
Discuto ofuscada menté, con mi vuelo
Alas de serpiente que escupen su veneno,
Depresiones de mi océano inmenso
Locuras que vacilan en mi mismo entierro,
Ya que en pesadillas muero sumiso
Y al despertar me siento torpe y ciego,
Lo mío es un inestable universo,
Por esto siempre me pierdo en mi ego,
Buscando sonrisas entre mis versos
Y siempre acabo mirando al cielo,
Pidiendo clemencia a Jesús el hebreo,
Hijo del Dios invisible, que cubre mi velo.
¡Hay un Edén y un infierno, dentro de la estructura delicada, que se mueve y vive, dentro de mi cuerpo!
Modesto Ruiz Martínez / miércoles, 219/09/20128 de marzo de 2012