Mauro Melquiades

No pidas a la decencia

No pidas a la decencia
que escriba en las sabanas
otra aventura torturada
por pasiones eclécticas triunfantes
triunfadoras con lo explicito, lo implícito
lo despiadado y nauseabundo, lo delicado
y lo barato del encuentro desmesurado
de dos cuerpos conjurados para dar forma...
sin forma conformadas...estableciendo
el idioma mudo de las caricias
el penetrante aroma sexual derramado
deliberadamente en un acto de satisfacción
placer por deseo ...deseo de placer
conjugaciones demagógicas que superan
el lenguaje ufano de las censuras
que no cede a las barreras ni soporta
la debilidad enfermiza de la delicadeza
abruptos y temerarios son los recodos del gozo
profundos y sin color con el color de la profundidad...
la memoria sigilosamente ahogada
en el entreacto...no pidas a la decencia
que duerma en sabanas usadas...