Ahí estás... repites tu expresión de inocente,
simulas que que no me amas, pero se percibe en el ambiente.
Ahí estás... se aprecia, de tu corazón, el regaño
y de tu alma el dolor, por tu actitud y tu daño.
Se nota en ti esa máscara transparente y cristalina
porque aunque oculte todo, todo se adivina.
Reflejas como tu corazón su velocidad aumenta
y el amor que tratas de ocultar, se nota más de la cuenta.
Como me escondes la mirada pues no quieres demostrarme
con tus pupilas bien fijas que todavía has de amarme.
Tratas de no pensar lo que el corazón te dice,
porque lo puedes soltar sin que tu boca te avise.
Temes estar muy cerca de con quien terminaste
pues se te irán los brazos a quien ayer abrazaste.
Ahí estás... en una lucha con la que ciertamente no puedes,
con el susto de que si me enfrentas, seguramente tu cedes.
Y cuando te presionen tanto los acosantes sentimientos
notarás que para la verdad no existen razonamientos;
Que cuando el corazón manda no se le pueden hacer tramas.
Ahí estás... luchando contra ti misma... porque me amas...
Alviz Neleb
Septiembre 18 de 2012
1:12 p.m. - Martes