Uriel Gabriel

Iré por tí

Descansando en el silencio, 

tus ojos miran fijamente.

Sopesando la soledad,

tu alma finje reluciente

las alegrias que el amor

ha negado sabiamente.

 

Con la voluntad esquiva

y la mente retorcida,

revives en un beso 

las multiples salidas 

que tu soledad marca

como una vereda herida.

 

Ten paciencia, iré por tí,

cuando sea el momento,

cuando tu impetú joven,

se nutra con el tiempo,

de mas besos, mas soles,

mas amor, amor infinito,

como el que ahora siento.