astika

HELENA

El sol amaneció brillante, el cielo celeste. Salió a caminar por la ciudad, con su sonrisa, su mirada limpia, y porque no, a vivir su aventura de domingo. Sola, silenciosa, sin quejas, ni reproches. La gente habla, ¿de qué hablarán? Esquivando personas, avanza por calles, es una mas , de la mano del destino, se siente pequeña.   Aquella mujer. ¿Cuándo perdió, música su alma? ¿su alma?, por donde anda?. Se acerca a una flor, aroma de jazmines, el alma regresa. Todo tiene su porque, su razón de ser. Helena advierte,... ya pasó medio siglo. Los recuerdos caminan con ella, se enroscan y traen ecos, salen las voces. ¿Quién lo dijo?, quién no lo dijo? Huellas que deja el tiempo vivido.   Continúa con su camino,... percibe una delicada presencia. Escucha una voz susurrante.   -Hola cómo estás? -Nos conocemos? -Hola, Helena. -Sí, ... yo soy, dónde nos vimos? -Eras una adolescente, leías poemas de Benedetti, cursábamos 6to. año nocturno en el   Instituto Alberti. -Darío? -El mismo, con menos pelos, éramos tan jóvenes, tan locos, en esa aula, nos sentíamos  dueños del mundo.  Los actos, la pasión por la verdad, por lo bello, los ideales, el arte.  Se miraron, preguntándose... somos quienes somos?  Todo lo hecho... los condujo a éste presente.    Darío, el cabello cano, ojos grandes y negros.  La mirada de ella, fue un anticipo del después.   Causalidad.   La voz comenzaba a atrapar, a esa mujer. Darío, entendió lo que vendría...   Ambos se marcharon, aceptaban el desafío de una..... ... Historia de domingo!!