Una tarde de septiembre
viendo la puesta de sol,
desde aquella playa hermosa
me recordaba tu amor.
Rojizo el horizonte
cuando el sol se perdió,
yo miraba al infinito
inundada de brisa y de amor.
Sobre mi pelo azabache
se reflejó el dorado brillo,
yo parecía un hada
con anaranjado sombrerito.
Tu amor engrandeció mi tarde
me abrazaste en la puesta de sol,
tus dulces besos en mis labios
septiembre, la puesta de sol y tu amor.
Me amaste con tu ternura
eres mi cielo y mi amado,
contigo yo soy muy feliz
no te vayas de mi lado.
Rosario Ayllón
Poetisa del Amor
Derechos reservado
19 / 09 / 2012